Por Bettina Cucagna (*)
La Ruta de la Yerba Mate es un itinerario turístico basado en este cultivo autóctono ubicado en las provincias Corrientes y Misiones.
La propuesta es descubrir la singularidad genuina del “oro verde”, experimentar inolvidables vivencias en medio de una exuberante vegetación y disfrutar de bellísimos paisajes.
El turismo rural se ocupa de encontrar el balance perfecto entre importancia turística, producción agropecuaria, identidad cultural y desarrollo económico-social de todos los sectores de una región.
Asomarse a la historia del cultivo de la yerba mate, que marcó la idiosincrasia de su gente, es también disfrutar de un producto turístico único en el mundo: “La Ruta de la Yerba Mate”.
“Se trata de un producto inédito, a partir de la unión compleja de todos los sectores, que permitirá potenciar la economía de la región del nordeste”, acotó Alejandro Gruber, presidente de la Ruta, embargado por la emoción por ver hecho realidad un anhelo, tan esperado por cientos de actores involucrados en el proyecto.
La Ruta de la Yerba Mate es una alternativa muy interesante en el turismo rural y contribuye a impulsar la industria de la hospitalidad y revalorizar el patrimonio cultural.
Al respecto, el ingeniero Ernesto Barrera, coordinador del Área de Turismo Rural de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y responsable de la idea de este ambicioso proyecto turístico, afirmó que “ la Ruta está basada en los productos más emblemáticos del país: el mate y la yerba. Ambos son de todos los argentinos, sin importar su región de origen, condición social o color político. Todos tomamos mate”.
De antiguo origen
La yerba mate es un árbol que crece en las cuencas de los ríos Paraná, Uruguay y Paraguay, en una región sudamericana que abarca la zona limítrofe entre los países de la Argentina, Brasil y Paraguay. Este alimento aporta vitaminas del complejo B, potasio y magnesio y minerales, entre otras sustancias benéficas para la salud. Además es un energizante natural que estimula el esfuerzo intelectual y físico y puede consumirse como mate cocido, tereré, cocktails, licores y el tradicional y muy preciado “mate”.
Esta palabra deriva del quichua “mati”, calabaza utilizada para beber la infusión. Los guaraníes nativos de la zona la consumían por sus propiedades alimenticias y curativas, considerando a la yerba mate como un “elixir” reconfortante que les brindaba fuerza y energía. Ellos machacaban sus hojas para luego disfrutar de sus propiedades alimenticias y curativas.
Itinerario turístico
La Ruta de la Yerba Mate es un itinerario turístico basado en este cultivo autóctono ubicado en las provincias Corrientes y Misiones, en la zona caracterizada por el rojo de su tierra. Esa Ruta vincula la actividad productiva con la historia y la cultura de la región, se basa en la identidad nacional e incluye industrias, magníficas estancias, pequeños colonos, restaurantes, hoteles, posadas, cabañas, ecolodges y agentes de viajes.
Los visitantes pueden disfrutar de los sitios históricos vinculados a la epopeya de la yerba mate, que ha marcado la cultura originaria de la Nación Mbyá Guaraní, dejando su impronta en la vida de los inmigrantes que se arraigaron en la tierra colorada. Los turistas, al recorrer la Ruta pueden apreciar la cadena productiva de la yerba mate, desde las plantaciones en chacras y campos, pasando por el proceso de cosecha, secado, molienda, hasta el envasado del producto.
La iniciativa respalda la historia, la cultura y la gente vinculadas a un producto que es parte de la cotidianeidad que trascendió las fronteras, y llegó a Siria y Rusia.
Atrayente propuesta
En cuanto a los atractivos que ofrece la Ruta de la Yerba Mate, son muchos y siempre de una manera directa o indirecta quien participa tiene contacto estrecho con el sistema productivo y la cultura de la yerba mate: cabalgatas, caminatas, pesca, canotaje, rapel y actividades en la selva donde nace la yerba mate, como así también variados circuitos turísticos que pueden recorrerse en varios días.
La red de alojamiento está pensada para todos los gustos: desde coquetas estancias hasta camping y casas de familia. Distintos tipos de establecimientos mostrarán a sus visitantes los pasos del proceso productivo de la yerba. De todas formas, la idea general de la Asociación Ruta de la Yerba Mate (ARYM), es combinar opciones destinadas tanto a quienes elijan practicar un turismo activo como para aquellos que busquen descanso.
Otra de las características que vuelven a este destino más que interesante, es la posibilidad de probar exquisitos y únicos platos que combinan varios productos típicos de la región pero que tienen la particularidad de incluir a la yerba mate como ingrediente. Platos dulces y salados, bebidas con y sin alcohol y postres de una cocina regional, que abre un nuevo sendero en la ruta de los sabores. En el territorio de la yerba mate también pueden visitarse las reducciones que, como Patrimonio de la Humanidad, recuerdan el hito histórico que significó el contacto entre jesuitas y guaraníes. Estos últimos habitan en la provincia de Misiones y conservan algunas de sus tradiciones, aunque otras se van extinguiendo. El rescate del patrimonio inmaterial es un elemento indispensable para la oferta turística del proyecto, ya que ellos fueron los primeros consumidores de yerba mate y es por eso que han sido incorporados a la Ruta de la Yerba Mate quien acopla perfectamente a los atractivos turísticos más emblemáticos: las Cataratas y Saltos del Moconá en Misiones y los Esteros del Iberá en Corrientes.
Descubrir la singularidad genuina del “oro verde”, experimentar inolvidables vivencias en medio de una exuberante vegetación y disfrutar de bellísimos paisajes, es una propuesta más del turismo rural en la República Argentina.
Identidad, energía y buenos momentos ofrece este itinerario turístico de excelencia: La Ruta de la Yerba Mate.
(*) Alta Dirección en Turismo Rural Fauba.
Fuente: Periódico NUEVO ABC RURAL / Bettina Cucagna