Domingo 9 de Octubre - Informe especial diario el territorio
Integra la Red en Buenos Aires. | Foto: Daniela Cortés
“La clave del éxito para el turismo rural es la
integración de la oferta a los atractivos naturales y culturales de la región
que le da identidad al servicio. No es lo mismo ir a comer un asado a la estaca
en una estancia cualquiera, que ir a una que además ofrezca conocer la historia
del lugar o visitar alguna producción agropecuaria local”, explicó a El
Territorio Daniel Martínez, director de Desarrollo Local del municipio de
Olavarría e integrante de la Red de Rurismo Rural de Buenos Aires.
El funcionario bonaerense dialogó con este medio durante la Feria Internacional
del Turismo (FIT), que se realizó el fin de semana pasado en La Rural de
Palermo. Allí, las provincias argentinas expusieron ante el público la oferta
de este tipo de propuesta que busca generar servicios turísticos en lugares de
producción de los pequeños productores y en las comunidades de pueblos
originarios.
Martínez señaló que “actualmente el turismo rural es una actividad que crece en los principales países receptores del turismo internacional porque las personas no solo quieren viajar a un lugar para ver lo que muestran las postales, sino que además están interesadas en la historia de ese sitio y en el presente de la gente que vive allí”. En ese contexto, dijo que “todo lo relacionado con la vida de los pueblos originarios, con el trabajo de los pequeños agricultores y con la elaboración de los alimentos de manera artesanal marcan una tendencia creciente de interés”.
Asimismo, explicó que “un concepto fundamental a la hora de definir el turismo rural es que los servicios de alojamiento, alimentación y las actividades de información o recreativas deben ser ofrecidas por productores agropecuarios y sus familiares porque eso es lo que lo distingue de otro tipo de servicio turístico”.
Para ejemplificar la cuestión, Martínez dijo que “si un turista extranjero o nacional quiere disfrutar del turismo rural en Misiones, lo ideal es que las personas que ofrezcan ese servicio sean lo pequeños agricultores locales, que en algún espacio de sus chacras pueden tener espacios para recibir visitantes, que buscan conocer cómo es la vida en esas chacras”.
Y ejemplificó: “Ese dulce de mamón que compre el turista en una chacra misionera tiene que tener la identidad del lugar, porque el visitante no consume sólo el producto sino la historia de cómo se hizo ese dulce, cómo lo hacían anteriormente los primeros pobladores de esa chacra y todo lo relativo a la cultura gastronómica de la zona”.
Abrir la chacra
Al momento de capacitar a los potenciales prestadores de los servicios de este tipo de turismo, lo primero que aclaran es que “la actividad consiste en abrir las puertas de las chacras o de los lugares de producción para que entre el turismo”, señaló el funcionario.
Y dijo que “antes de tomar la decisión de iniciar la prueba de una prestación de servicio turístico no sólo hay que capacitar a la gente sino además explicar que esa acción de abrir las puertas de su comunidad o de su estancia implica de alguna manera perder parte de la intimidad. Esta es una cuestión a tener en cuenta que deben evaluar antes de lanzarse”.
Según Martínez, “esta posibilidad de mostrar la forma de producción de una yerba mate artesanal o de cómo se cultiva el té es un desprendimiento de la actividad principal del lugar, es decir, una actividad paralela a la productiva que consiste en mostrar ese trabajo a los turistas”.
Consultado sobre cómo se iniciaron esas actividades en la zona bonaerense de Olavarría, Martínez dijo que “en general fueron las mujeres de los productores o los hijos más jóvenes los que se mostraron interesados en empezar a ofrecer turismo y a medida que lograron capacitarse y entender el trabajo, en general fueron todas experiencias exitosas y hoy son parte de la red de turismo rural que cuenta con el asesoramiento del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta)".
Martínez también explicó que “hay establecimientos o actividades que tienen mucha potencialidad para el turismo rural, pero son inaccesibles porque no hay buenos caminos para llegar hasta esos lugares o muchas veces no cuentan con servicios básicos que el turismo en sus cercanías como hoteles y eso es algo que no ayuda a que se desarrollen”.
En ese contexto, el especialista indicó que “nuestro país está lleno de perlas aún no explotadas por falta de infraestructura adecuada para acceder a esos espacios”.
El turismo difícilmente llega a las pequeñas chacras
Martínez señaló que “actualmente el turismo rural es una actividad que crece en los principales países receptores del turismo internacional porque las personas no solo quieren viajar a un lugar para ver lo que muestran las postales, sino que además están interesadas en la historia de ese sitio y en el presente de la gente que vive allí”. En ese contexto, dijo que “todo lo relacionado con la vida de los pueblos originarios, con el trabajo de los pequeños agricultores y con la elaboración de los alimentos de manera artesanal marcan una tendencia creciente de interés”.
Asimismo, explicó que “un concepto fundamental a la hora de definir el turismo rural es que los servicios de alojamiento, alimentación y las actividades de información o recreativas deben ser ofrecidas por productores agropecuarios y sus familiares porque eso es lo que lo distingue de otro tipo de servicio turístico”.
Para ejemplificar la cuestión, Martínez dijo que “si un turista extranjero o nacional quiere disfrutar del turismo rural en Misiones, lo ideal es que las personas que ofrezcan ese servicio sean lo pequeños agricultores locales, que en algún espacio de sus chacras pueden tener espacios para recibir visitantes, que buscan conocer cómo es la vida en esas chacras”.
Y ejemplificó: “Ese dulce de mamón que compre el turista en una chacra misionera tiene que tener la identidad del lugar, porque el visitante no consume sólo el producto sino la historia de cómo se hizo ese dulce, cómo lo hacían anteriormente los primeros pobladores de esa chacra y todo lo relativo a la cultura gastronómica de la zona”.
Abrir la chacra
Al momento de capacitar a los potenciales prestadores de los servicios de este tipo de turismo, lo primero que aclaran es que “la actividad consiste en abrir las puertas de las chacras o de los lugares de producción para que entre el turismo”, señaló el funcionario.
Y dijo que “antes de tomar la decisión de iniciar la prueba de una prestación de servicio turístico no sólo hay que capacitar a la gente sino además explicar que esa acción de abrir las puertas de su comunidad o de su estancia implica de alguna manera perder parte de la intimidad. Esta es una cuestión a tener en cuenta que deben evaluar antes de lanzarse”.
Según Martínez, “esta posibilidad de mostrar la forma de producción de una yerba mate artesanal o de cómo se cultiva el té es un desprendimiento de la actividad principal del lugar, es decir, una actividad paralela a la productiva que consiste en mostrar ese trabajo a los turistas”.
Consultado sobre cómo se iniciaron esas actividades en la zona bonaerense de Olavarría, Martínez dijo que “en general fueron las mujeres de los productores o los hijos más jóvenes los que se mostraron interesados en empezar a ofrecer turismo y a medida que lograron capacitarse y entender el trabajo, en general fueron todas experiencias exitosas y hoy son parte de la red de turismo rural que cuenta con el asesoramiento del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta)".
Martínez también explicó que “hay establecimientos o actividades que tienen mucha potencialidad para el turismo rural, pero son inaccesibles porque no hay buenos caminos para llegar hasta esos lugares o muchas veces no cuentan con servicios básicos que el turismo en sus cercanías como hoteles y eso es algo que no ayuda a que se desarrollen”.
En ese contexto, el especialista indicó que “nuestro país está lleno de perlas aún no explotadas por falta de infraestructura adecuada para acceder a esos espacios”.
El turismo difícilmente llega a las pequeñas chacras
POSADAS . Para
Alejandro Gruber, presidente de la Asociación Ruta de la Yerba Mate (Arym), en
la actualidad hay poca oferta de pequeñas chacras abiertas al turismo y que
muestren sus trabajos al visitante. Explicó que, en los últimos años, lo más
llamativo fue el cierre de pequeños emprendimientos o que volvieron a enfocarse
en temas esencialmente productivos dejando el turismo de lado.
Para el directivo, tanto desde el Estado nacional como provincial, se adeuda una correcta promoción a los emprendedores turísticos que están alejados de los grandes atractivos de la provincia. Destacó que, si bien hay esfuerzos desde el área de turismo rural de la provincia, ello sólo no alcanza y sugirió copiar más el trabajo del Gobierno de Corrientes promocionando sus ambientes rurales. “Los pequeños productores que teníamos asociados a la Arym se fundieron en los últimos años. Hoy en general son muy pocos los emprendimientos que subsisten y que han preferido destinar más atención a la producción de la chacra”, analizó Gruber.
Observó por otra parte que, entre las dificultades que tienen los productores, hay constantes quejas por la accesibilidad “El turismo no llega a las pequeñas chacras, si hay gente con vehículos 4x4 prefieren destinarlos a destinos con mayor actividad. Realmente los emprendimientos ligados al turismo rural provienen de familias que están ubicadas en lugares estratégicos sobre una ruta nacional o de un camino de fácil acceso o de personas que están en una mejor condición económica como para poder ofrecer la actividad”.
Para el directivo, tanto desde el Estado nacional como provincial, se adeuda una correcta promoción a los emprendedores turísticos que están alejados de los grandes atractivos de la provincia. Destacó que, si bien hay esfuerzos desde el área de turismo rural de la provincia, ello sólo no alcanza y sugirió copiar más el trabajo del Gobierno de Corrientes promocionando sus ambientes rurales. “Los pequeños productores que teníamos asociados a la Arym se fundieron en los últimos años. Hoy en general son muy pocos los emprendimientos que subsisten y que han preferido destinar más atención a la producción de la chacra”, analizó Gruber.
Observó por otra parte que, entre las dificultades que tienen los productores, hay constantes quejas por la accesibilidad “El turismo no llega a las pequeñas chacras, si hay gente con vehículos 4x4 prefieren destinarlos a destinos con mayor actividad. Realmente los emprendimientos ligados al turismo rural provienen de familias que están ubicadas en lugares estratégicos sobre una ruta nacional o de un camino de fácil acceso o de personas que están en una mejor condición económica como para poder ofrecer la actividad”.