Estado y producción "el boom del oro verde" Misiones tiene historia con la Ruta de la Yerba Mate!

 Los ciclos de la yerba mate (expansión o estancamiento por crisis o sobreproducción), determinaron en gran parte la organización del agro en Misiones. La etapa inicial, caracterizada por el aumento de las plantaciones y el incentivo estatal se conoce como el boom del llamado oro verde. La otra cara de la moneda determinada por las distintas crisis en el sector, generaron ciclos que a su vez definieron la composición y variación de las explotaciones agrícolas; generalmente conllevaron a la implementación de nuevos cultivos como por ejemplo el tung, aunque la yerba mate continuó en todos los ciclos como el producto principal de la estructura agraria de Misiones.

Durante el “boom yerbatero” y sobre todo a partir de la década de 1920 la vida agrícola en la región creció en forma significativa; la superficie plantada con yerba mate pasó de 3.500 hectáreas a más de 65.000 en 1940. El ritmo de implantación, que oscilaba entre 700 y 800 mil unidades anuales en 1920, se incrementó hasta superar los 10 millones en 1927 y mantenerse entre 22 y 75 millones hasta 1935.[1] El incremento de la producción fue considerable y en pocos años aumentó superlativamente de 3 millones de kilos hasta 100 millones en 1937 para luego mantenerse -por algunos años- en cifras cercanas a los 70 millones. Este impulso estuvo acompañado de un aumento poblacional con fuerte injerencia del Ejecutivo Nacional y compañías privadas en el proceso colonizador.

La expresión boom yerbatero puede ser interpretado como la etapa más gloriosa del sector yerbaero misionero. En términos numéricos y porcentuales es innegable el crecimiento para esta economía regional. Sin embargo, esta situación generó conflictos con el vecino Brasil, dado que dicho país era el que aportaba (hasta el fomento de la yerba mate nacional) la yerba consumida en Argentina. En este sentido, la apuesta de la producción por parte del Gobierno Nacional chocaba con los intereses comerciales entre ambos Estados. El contexto deviene conflictivo y la situación tuvo eco en la Cámara de Diputados de la Nación, dado que Brasil amenazó con dejar de comprar el trigo argentino si se continuaba con el impulso yerbatero en Misiones. Fueron pocos los diputados que apoyaron el desarrollo de la yerba mate nacional, demostrando con ello los intereses que vinculaban al cultivo.

Los conflictos registrados representaron un llamado de atención para el gobierno. Además, la década de 1930 inauguró un nuevo tipo de Estado con fuertes rasgos intervencionista que definió una política más clara en obras públicas, como así también en el control tanto de la producción como en los precios, para lo que se crearon las juntas reguladoras. Estos factores fueron los antecedentes directos para la creación de la Comisión Reguladora de la Yerba Mate (CRYM). Por intermedio de la “Legislación General Ley N° 12.236 de 1935”: Art. 1°: Créase con carácter autónomo la Comisión Reguladora de la Producción y Comercio de la Yerba Mate (…) Art. 2°: Esta Comisión será presidida por el Ministro de Agricultura o funcionario que éste designe y se compondrá de trece miembros nombrados por el Poder Ejecutivo, como sigue: el gobernador del territorio de Misiones, dos representantes de Ministerio de Agricultura, un representante del Banco de la Nación y otro del Banco Hipotecario Nacional, tres representantes de los plantadores, tres de los elaboradores, uno de los importadores y un representante de los consumidores”.[2]

Para controlar la actividad, la CRYM creó el Registro Nacional de Yerbateros en el que debieron inscribirse con carácter obligatorio, los elaboradores, los importadores y acopiadores de yerba sin desecar (verde) e impulsó además, la creación de un Registro Nacional de Plantadores en el que se debieron inscribir todos los cultivadores de yerba mate del país y cuya reglamentación propendió al mejor cumplimiento de la ley. A los efectos de poder confeccionar dicho registro y realizar el inventario de esta rama de la producción, el Poder Ejecutivo, por Decreto 71861, del 30 de noviembre de 1935, dispuso la realización de un censo de las plantaciones y cosechas de yerba mate.

El accionar del Estado no se limitó únicamente a los factores enunciados. Por intermedio del Decreto Reglamentario 77.473 de 1936, fue propuesto el cobro de un “impuesto móvil” con el objetivo de compensar al productor entre costo y precio de venta, cuando esta última operación no lograba cubrir los gastos del productor. La compensación a los yerbateros se efectuaba a través del Banco de la Nación en las sucursales ubicadas en las zonas productoras, previo registro de las operaciones de venta. Sin embargo, y como dato para nada menor, dicho impuesto estuvo destinado también a cubrir los gastos de la CRYM.

Los intereses ligados a la yerba mate superaban el espacio de Misiones, tanto es así que para 1945, de los 72 molinos registrados, el 90% se concentraba fuera de la zona productora, hallándose molinos en Buenos Aires, Entre Ríos, Rosario, Córdoba, Chaco, Formosa y Santa Fe, además de Misiones y Corrientes. A pesar del crecimiento exponencial de la producción nacional de yerba en Misiones, el gobierno optó por continuar con la importación del producto, habilitando los puertos de Buenos Aires, Rosario, Santa Fe, Corrientes, Formosa, Posadas, Paso de los Libres y Bahía Blanca, en los cuales se permitió el ingreso de yerba mate canchada y molida acorde a los requerimientos de la CRYM, aunque con un “pequeño” detalle: las mismas quedaron eximidas de la presentación del certificado de sanidad de origen.

El boom del oro verde representó un impulso fundamental para el desarrollo socio- económico de Misiones y la región. La creación de un ente regulador era necesario para proteger a la incipiente agroindustria. Sin embargo, no todas las medidas favorecieron al productor y no pocas oportunidades se evidenciaron contradicciones al interior de la institución reguladora (fomento de producción y límite, cuando no prohibición de cosecha se enmarcan en esta contradicciones). En este sentido, muchos de los problemas actuales de esta economía regional tiene sus raíces en la conformación histórica de la estructura yerbatera.

Imagen: Promoción del mate que evidencia el crecimiento de la producción
Por Dr. Lisandro Rodríguez, especial para MTH.

1] Instituto Agrario Argentino: Reseñas, La yerba mate, Año VI, N° 38, 1945
2] Comisión Reguladora de la Yerba Mate (en adelante CRYM), Boletín Informativo, Buenos Aires. 1936