Nuevas posibilidades: La ruta de la yerba mate y el envasado en origen!

Además de su importancia económica, la actividad yerbatera encierra contenidos simbólicos comunitarios y posee una importante valoración identitaria para los habitantes de Misiones. La yerba mate es considerada y evocada frecuentemente como el “producto madre”, tanto en los discursos de la sociedad civil como del Estado provincial. El complejo productivo se representó históricamente como la “familia yerbatera” y, en la sociedad local, el consumo de mate simboliza la camaradería, el diálogo sincero, mientras recrea el sentimiento de comunidad en un ritual del compartir alimentario. Aparece, por otra parte asociado con ideas de trabajo – a veces como estimulante o como recompensa del esfuerzo- y siempre como resultado de la labor productiva del conjunto de actores del amplio sistema territorial del sector.

La certeza de un ingreso con ganancia asegurada, que le proporcionaba el trabajo en un contexto de regulación económica (particularmente desde la creación de la CRYM en 1935 hasta 1991) y estabilidad monetaria, favoreció el éxito de los pequeños productores vinculados al sector yerbatero. Su origen y dedicación al cultivo conformaron un tipo social característico de la región: el colono. Los cambios que se produjeron por las alteraciones en las políticas nacionales y la desaparición de la entidad reguladora, imbuida de un halo de excelencia e infalibilidad que asegura el bienestar, sumados a la implementación de tecnología de altos costos y las difíciles situaciones de orden económico nacional que enfrenta el sector, afectaron profundamente la matriz social misionera y determinando transformaciones en el "colono". Es él quien realizó intentos por retener rasgos identitarios, pero sin lograr plenamente sus objetivos. Esta identificación se manifiesta en forma reiterada ante la baja del precio de la yerba mate, cuando el productor encuentra amenazado su modo de vida y busca la reacción de las autoridades políticas.

Los pequeños productores representan en la actualidad un grupo social heterogéneo que, lejos de simbolizar la figura de “progreso” asociada al colono clásico, se caracterizan por presentar condiciones económicas precarias; además de enfrentarse a la descapitalización e incluso reconversión de sus unidades productivas. El escenario condujo al surgimiento de nuevos grupos sociales (feriantes, ocupantes de tierras, etc.). En muchos casos, lasparcelas ya no producen únicamente yerba mate, sino cultivos de subsistencia o alternativos y se vieron forzados a incorporarse a proyectos estatales, nacionales o provinciales, de sostén o de reconversión, pero la impronta de sus orígenes es de tal fortaleza, que la identificación con el espacio que ocupan sigue simbólicamente vigente, aunque sus características ya no correspondan a aquél modelo histórico.

En términos de valoración del producto corresponde destacar que en 2013 la yerba mate fue declarada por el Congreso de la Nación como “Infusión Nacional” por intermedio de la Ley 26871. El rótulo de esta declaración es simbólico, pero en el escenario regional trasciende este aspecto e implica otras posibilidades para el sector agroindustrial yerbatero y para la promoción del desarrollo rural. A modo de ejemplo se enuncian la valorización del cultivo, nuevas formas de producción y comercialización; como así también “los usos” turísticos del producto a partir de la denominada “Ruta de la Yerba Mate” y las estrategias de agro turismo implementadas en las unidades domésticas de los productores vinculados al cultivo.

La “Ruta de la yerba mate” es única en el mundo y se presenta ante tal como “el símbolo de la cultura productiva del Mercosur”. Con un itinerario turístico comprende la provincia de Corrientes y toda Misiones. Su principal objetivo es ser la encargada de marcar las líneas de acción, atendiendo a sus principales componentes: productivos, industriales, ecológicos, turísticos, socio- culturales e históricos. Desde el año pasado la “Ruta de la yerba mate” y MTH celebraron un acuerdo estratégico para el estudio, la difusión y la promoción del vínculo cultural emergente entre la producción primaria y su trayectoria histórica.

En 2014 y luego de varias idas y vueltas se aprobó la ley de “Envasado en Origen de la yerba mate”, cuya premisa fundamental consiste en la radicación y creación de los establecimientos necesarios para la instauración de un régimen de envasado en origen en la región productora, promoviendo el desarrollo industrial de la zona, con la apertura de nuevas posibilidades para los colonos y todo el sector.

Además, la utilidad de la yerba no se limita al uso tradicional e investigaciones recientes se centraron en las propiedades y composición química de la yerba mate, y la catalogaron como un alimento funcional, debido a la cantidad de compuestos bioactivos que contiene. Prevalecen, entre otros componentes, las propiedades antioxidante. En la misma línea se destacan los estudios que califican a la yerba como una infusión con importantes aportes nutricionales y que, a partir de determinados usos, puede ser útil para la prevención de determinadas enfermedades como el cáncer. Así, la valorización de la yerba como alimento –apoyadas en el sector tecno científico- otorgó a la agroindustria yerbatera otra posibilidad de inserción y crecimiento.

Otra rama de estudio se centra en las formas de consumo. Sobresalen en este sentido, las alternativas al tradicional mate y al tereré. La utilidad como ingredientes de comida, bebidas gaseosas (como por ejemplo “Materva” que se elabora en EE.UU.), o productos de bellezas (como los jabones producidos en Brasil) abren una ventana da gran importancia para este producto tradicional y estratégico de la región yerbatera argentina.


Por Dr. Lisandro Rodríguez, especial para MTH.