El vino argentino y el mate, resaltan su nacionalismo para el Bicentenario

Las dos bebidas alcanzaron sus logros con el consumo distintivo que forjaron en la Argentina. Ambas alcanzaron un reconocimiento internacional asociado al país. Y hoy hacen gala de sus mejores cualidades. 



Bien argentino. El mate es reconocido como símbolo de integración.
Posadas (Jefatura de Redacción).
Antes de la Revolución de Mayo en 1810, las dos bebidas estuvieron presentes en el Virreynato del Río de la Plata. Pero fue con el paso de los años, que el vino y el mate fueron resaltando su distinción argentina. Las dos bebidas llegan a los doscientos años del país, apuntando su consumo asociado a la salud, las costumbres argentinas y el placer de compartir momentos.
Consultados por El Territorio, dos empresarios de los productos genéricos más representativos del país, remarcaron la historia y el futuro prometedor del vino y el mate, en oportunidad de los festejos del Bicentenario del nacimiento de la Argentina.
Vino argentino, un buen vino
Sergio Villanueva es gerente de la Unión Vitivinícola Argentina y director de del Fondo Vitivínicola de Mendoza, entidad que lleva adelante la campaña publicitaria genérica: vino argentino un buen vino. Y desde Mendoza, explicó a El Territorio la vigencia e identificación del producto con el país.
“El vino tiene que ver con nuestras raíces y nuestro pasado. El vino está asociado a la cultura argentina desde la concepción del hombre de campo y el asado. Hoy es reconocido que el Malbec es la cepa emblemática del país. Al igual que el asado argentino, se le tiene reconocimiento como producto de calidad”, destacó Villanueva
Y recordó la particularidad del la historia del consumo en nuestro país.
 “Argentina es el único país no europeo donde el vino ha registrado un consumo tan masivo, es considerado casi un alimento, por la presencia que tiene en los hogares. Es el producto que tiene más variedad de precios, desde el más barato al más caro, y lo consumen todas las clases sociales”.
Apuntó cómo en la historia argentina, el producto acompañó los cambios culturales modificando su oferta.
“El vino ha venido acompañando los cambios que se han venido dando en la sociedad argentina desde la vida en la colonia hasta el presente. Cambiaron los hábitos y ya no vamos a volver a tener el tipo de consumo que teníamos por ejemplo en los años 70'. En ese entonces la gente podía hasta almorzar con un vino de mesa, hoy por los cambios culturales eso es mucho más difícil. Porque hay gente que llega almuerza y tiene que volver al  trabajo”, distinguió.
La yerba como una escarapela
Alejandro Gruber es presidente de la Asociación de la Ruta de la Yerba Mate (Arym), un itinerario turístico productivo entre Misiones y Corrientes sobre el cultivo madre de la infusión más consumida por los argentinos: El Mate. Este producto (en el que participan unas 170 empresas de la región), fue distinguído este mes en el marco de los festejos del Bicentenario como “Marca País y Destino cultural argentino” por la Secretaría de Cultura de la Nación. En este marco, Gruber destacó la representación de la yerba mate para los argentinos.
“La yerba mate llega al Bicentenario de la Patria con una oferta de más de 200 productos alimenticios y de merchandising, que permiten vislumbrar un mejor futuro para todo aquel que trabaje con el producto madre de Misiones y Corrientes. Recuperando de esta forma parte del brillo que tuvo en el siglo pasado, en la época del “oro verde”. Por lo menos, lo estamos intentando, sin recurrir a dávidas o financiamientos de ningún tipo, sólo en base a trabajo, sacrificio, con empleo de recursos genuinos, que provienen de nuestras propias canteras”, valoró.
Y remarcó en virtud del reconocimiento que les brindó la Nación que “en el “Año del Bicentenario” encontramos la justa distinción nacional a la Ruta de la Yerba Mate, reconocido como el producto más auténtico, antiguo, originario y representativo, que se constituye en el símbolo y portaestandarte de los argentinos.
 La yerba mate es un producto noble, único, que nos permite identificarnos y reconocernos -entre los argentinos- (tanto en suelo nativo, como foráneo, donde siempre existe una oportunidad, para que dos o más argentinos se reúnan a matear. Esta distinción llegó en el momento más solemne de la Patria,  a pocos días del acontecimiento más especial de la última centuria de años”. resaltó finalmente Gruber en el diálogo con este medio. 
Al gran pueblo argentino Salud!
El vino y la yerba mate comparten, además de sus rutas turísticas, la orientación hacia un consumo saludable.
“Con el vino el cambio cultural ha sido muy fuerte y se ha venido trabajando mucho el concepto de salud. El vino recrea y está asociado a la dieta mediterránea, al aceite de oliva, a alimentos saludables", apuntó Villanueva. Y remarcó la postura “El vino está en oposición a lo que es la comida fast food (comida rápida). Se auspicia un consumo moderado y se distingue la calidad de la bebida, que puede usarse en cualquier ocasión:  es como lo dijo Napoleón “En la victoria lo merecemos y en la derrota lo necesitamos”.
Villanueva comentó que por el Bicentenario el mercadeo vitivinícola celebra con diversas actividades tanto en la zona productora como en Buenos Aires “Hay diversas actividades asociadas a los festejos. Se organizaron catas sobre el Malbec, exposiciones, está todo muy relacionado a la gastronomía y recorridas en ese sentido”, puntualizó.
La yerba mate y la integración
En la propuesta turística asociada a la yerba mate, Gruber recordó y valoró que La Yerba Mate y su Ruta lograron unir a los más variados sectores de las economías de Misiones y Corrientes: Así, enumeró que  se integró con el turismo la oferta de la producción, industria (empresas privadas, cooperativas), alojamientos (hoteles tradicionales, posadas, estancias, ecolodges, cabañas, hosterías, bungalows, chacras agroturisticas, etcétera), gastronomía (bares, restaurantes, confiterias), empresas de turismo, transportes, museos (privados, cooperativos), negocios temáticos, negocios de productos artesanales, etc.
“Todos se aglutinaron bajo una organización que tiene como objetivo fundamental “la distinción de la cultura yerbatera” dado que la yerba mate es único producto argentino, que se consume sin distingos de razas, credos (ciertas bebidas con alcohol están prohibidas en algunas religiones, cosa que no ocurre con el mate), posiciones sociales, ideologías, estados de libertad o cautiverio (su consumo está autorizado en las cárceles, a diferencia de otros productos argentinos representativos). Por estas razones la Ruta de la Yerba mate es “el camino que permite la unión de los argentinos”, valoró el presidente de la Arym.