Mate y vino, dos buenos amigos

• Los circuitos turísticos armados en torno a las dos bebidas nacionales acordaron promocionarse mutuamente en sus respectivas zonas de influencia •

POSADAS. Después de mucho tiempo de competencia por erigirse como el producto “emblemático” nacional, la yerba mate y el vino finalmente aunarán esfuerzos en beneficio mutuo, a partir de un convenio firmado a fines del año pasado entre la Asociación Ruta de la Yerba Mate (ARYM, que involucra a 170 socios de múltiples sectores de actividad en Misiones y el norte de Corrientes) y Bodegas Argentinas-Caminos del Vino, un emporio que abarca once provincias argentinas y 240 firmas integrantes, con una amplia trayectoria en la difusión y la atracción turística internacional.
Para ratificar en los hechos, dicho acuerdo -que contempla procesos de promoción difusión y comercialización “cruzada” en sus respectivas zonas de influencia y conjunta en grandes ferias y eventos para generar más fuerza de ventas- se celebró semanas atrás en Posadas un encuentro en el que participaron el presidente de la Ruta de la Yerba, Alejandro Gruber; el coordinador general de las once provincias vitivinícolas, Ignacio Ciancio; el mánager de Turismo y Eventos de las prestigiosas bodegas Decero, Roberto Bertona; y Marcelo Navarro, propietario de Hon Travel, operador líder de la región vitivinícola en servicios de ecoturismo.
Según Gruber, la nueva apuesta surgió de la “necesidad de intercambiar conocimientos y experiencias para difundir nuestros productos y servicios de forma cruzada. Caminos del Vino es mucho más que un grupo de bodegas: cuentan con alojamientos de todo tipo, organizan visitas guiadas para mostrar a los turistas todo su proceso de producción, excursiones, actividades como parapente, globos aerostáticos, recitales... La idea es que los 180 productos comestibles o de merchandising de la Ruta de la Yerba estén presentes en ese entramado y al revés, que los comerciantes de la región vitivinícola puedan incorporar sus productos hasta ahora inexistentes acá”.En ese sentido, Gruber insistió en que la Ruta de la Yerba Mate “no es sólo una ruta turística, sino un producto mucho más fuerte, tangible e integrado: un circuito que incluye Cataratas, Ruinas jesuíticas, Saltos del Moconá y Esteros del Iberá puede ser fascinante, pero se agota y después sólo te quedan las fotos; pero si durante esa experiencia se consume cualquier producto basado en la yerba (o el vino), eso sí se puede adquirir toda la vida”.

Mirada desde afuera

De hecho -aseguró el presidente de la ARYM- los visitantes “quedaron flasheados porque pudieron tomar contacto con la yerba a través de un establecimiento cultural, comieron yerba, bebieron yerba... Es oro en polvo”.
Ciancio, Bertona y Navarro recorrieron durante tres días los circuitos de la Ruta: hicieron un city tour por Posadas, visitaron la cooperativa de Colonia Liebig, La Cachuera (Apóstoles), la Tai Milagrosa, las estancias Santa Inés y Santa Catalina, las reducciones de Santa Ana y San Ignacio. Se mostraron sorprendidos por el avance de la parte gastronómica y comercial, por la cartelería, la señalización y el logotipo que identifica a sus productos (que ellos no tienen desarrollado en los Caminos del Vino), además de destacar “la calidez del misionero” y la “cohesión” interna a pesar de la diversidad de sectores involucrados. A cambio, reconocieron como debilidad que se trata de un producto nuevo desde el punto de vista turístico y hay que imponerlo en el mercado.
“Para eso es necesario el acompañamiento estatal para su difusión”, apuntó al respecto Gruber, quien insistió en “no encasillar a la Ruta como producto de turismo rural: también abarca lo productivo, lo industrial, lo cultural, lo religioso... hasta el spa, ya que hay champú, jabones y cremas elaborados en base a la yerba”.
“Vender una experiencia”Mirando a la inversa, Gruber reflejó el poderío de Caminos del Vino, un entramado de 240 bodegas de las cuales 165 trabajan en turismo (abren sus puertas al público y cuentan con guías de turismo) y sesenta de ellas tienen alojamiento propio. “Ellos venden una experiencia y ya sumaron más de un millón de visitantes” desde que comenzaron a operar en conjunto, apuntó Gruber.

Fuente:
primeraedicionweb