Diario BAE Negocios: La RYM "Oro verde en tierra roja"-Nota de Tapa!

Hermosa nota -de tapa- sobre: la Ruta de la Yerba Mate nuestra Gloria Nacional !
Oro verde en tierra roja
Ruta de la yerba mate: circuitos para disfrutar paisajes selváticos, sitios históricos, gastronomía regional y conocer los secretos del cultivo de esta planta que es parte de la tradición argentina.
Paula Boente 
pboente@gmail.com
Por caminos colorados que se abren paso zigzagueando entre la vegetación intensa, en las provincias litoraleñas, espera una aventura. La ruta de la yerba mate penetra en el corazón subtropical de esa zona del país para entregar lo mejor de la tradición argentina. El mate, ese compañero cotidiano, esa costumbre compartida que invita a la amistad, ese producto nacional de exportación, ese rito heredado, tiene en estas tierras las claves de sus orígenes pre-hispánico.
La Ruta de la Yerba Mate es la principal ruta alimentaria del Mercosur y atraviesa el norte de la provincia de Corrientes y la totalidad del territorio de Misiones.
Paseo gourmet: postres y hasta pizzas con yerba mate
Los múltiples circuitos de esta propuesta combinan algunas de las principales joyas naturales y culturales del país, como las Cataratas del Iguazú, los saltos del Moconá, los Esteros del Iberá y las Misiones Jesuítico-Guaraníes, con la posibilidad de conocer cómo se cultiva, bajo ese sol abrasador, la yerba mate.
El paseo es también gastronómico: hoteles, restaurantes, cafés y heladerías ofrecen productos derivados de las hojas de este árbol nativo del bosque o selva subtropical de América del Sur.
Los pueblos originarios obtenían de esos ejemplares silvestres la materia prima para elaborar un alimento estimulante fundamental para ellos conocido como “Caá-Mati”. Los guaraníes transmitieron a los padres de la Compañía de Jesús la forma de consumir yerba mate a través de estas infusiones con propiedades energizantes, y revitalizadoras.
“Es un camino industrial, productivo, histórico, cultural, gastronómico y turístico que une e integra los principales atractivos de la zona en Misiones y Corrientes”, explica Alejandro F. Gruber, presidente de la Asociación de la Ruta de la Yerba Mate Argentina (ARYM), entidad oficial, privada y sin fines de lucro, que representa a 250 emprendimientos de varios sectores de la economía regional y promueve esta propuesta como Marca País, destino cultural, símbolo de la cultura productiva local y le está dando impulso para que sea declarada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Los protagonistas en este trayecto de descubrimiento, que además está repleto de maravillas naturales, son los establecimientos yerbateros que exhiben sus plantaciones y trasmiten conocimientos acerca de «la tarefa” o cosecha, las materías donde se puede hacer degustación, los museos y negocios temáticos, los restaurantes y las casas de productos regionales, entre otros atractivos.
Según explica Gruber, se puede organizar el viaje con circuitos de medio día o de uno o más días. Menciona algunas opciones: en Montecarlo, visitar los orquidearios, conocer las yerbateras y pasar por una heladería artesanal a probar sabores bien locales como el pomelo rosado. En Apóstoles, la capital nacional de la yerba mate, se puede pasar por el Establecimiento La Cachuera que fabrica los productos Amanda y cuenta con un museo. En Oberá, las termas de la selva que están rodeadas de yerba mate.
Los viajeros pueden participar de la cosecha
En Posadas, la Estancia Santa Inés, es una de las paradas imperdibles. Según explica Gruber, “fue pionera en el cultivo, la primera estancia que logra plantar yerba mate de campo en 1907 tras la expulsión de los jesuitas, cuando con ellos parte el secreto para hacer germinar la especie”. La estancia ofrece múltiples actividades para los turistas. Quienes quieran probar el mate tradicional jesuita, como lo conocieron de los guaraníes, se van a sorprender. Se trata de un mate cocido quemado con azúcar, que tiene una coloración intensa similar al café. El azúcar se carameliza con las brasas y se mezcla todo con las hojas. En la Posada Don Puerto Bemberg, sobre la costa del Río Paraná, se puede vivir esta experiencia y conocer más de la historia del mate.
Se estima que en el país hay más de 165.000 hectáreas sembradas con yerba mate. Para los turistas que prefieren vivir en primera persona la producción, también hay establecimientos que permiten participar de todas las instancias (cosecha, secado, molienda y envasado) para terminar tomando mate de la propia recolección.
Cada viajero puede elegir el perfil de establecimiento que le interesa visitar entre un abanico de estilos de producción: orgánico, industrial, cooperativo, barbacuá (secada en contacto directo con el fuego y el humo, práctica ancestral).
Con y sin bombilla 
Según estadísticas del Instituto Nacional de la Yerba Mate, en Argentina se consumen aproximadamente 100 litros de mate anuales por persona. Cada año se consumen casi 7 kilos de yerba por persona, contra un kilo de café promedio por persona.
A lo largo de la ruta, los bares, restaurantes y hoteles deslumbran con ideas innovadoras para platos, postres y dulces con yerba mate.
En el Restaurante Aqva, en Puerto Iguazú, el postre estrella es la creme brulée de yerba mate. Según explicaron a BAE desde el local gastronómico, lleva una espuma de yerba mate con cointreau, destacando a la naranja como fruta de la zona. Además. Se prepara con mandioca caramelizada con almendras tostadas. “Mantiene la esencia del sabor de yerba pero más asociado a un postre. Los extranjeros lo piden mucho”, dice Jorge Jose Antonio, de Aqva.
En Posadas, está la Casona de Aromas, un chalet italiano de dos plantas, ideal para una parada en el camino. Según explica Alejandra Basso del Pont, se hornean chipas de yerba mate, galletas de yerba mate (“con un toque de jengibre que le quita el amargor”) y las pizzas, que conquistan a los visitantes. “Usamos la yerba como producto novedoso para cambiar un poco el sabor”, dice. Además hay refrescos que se hacen con pomelo, limón y mate cocido, y tragos a base de mate cocido con ron y con vodka. En Oberá, Azul Apart Hotel es otro de los establecimientos que tiene en su carta preparaciones que sorprenden y entusiasman con este producto tan típico argentino.
Kilómetro a kilómetro de esa tierra roja, los tesoros se revelan. Atardeceres anaranjados en los Esteros del Iberá participando de una cata, mañanas junto a la ribera mansa del Paraná disfrutando unos amargos. El litoral convoca.