La pasión por la cultura matera y yerbatera tiene un lugar destacado en el corazón de la Costa Atlántica Ruta de la Yerba Mate


Como bien decía Pablo Sandoval, el recordado personaje de Guillermo Francella en “El Secreto de sus ojos”, se puede cambiar de todo, “pero no se puede cambiar de pasión”. Es más, no sería errado afirmar que nuestras pasiones nos acompañan donde quiera que vayamos. Y un claro ejemplo lo encontramos en Costa del Este, una localidad ubicada en el corazón de la Costa Atlántica a 350 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires. Allí la familia Farías lleva adelante un emprendimiento hotelero que gira en torno a la pasión que los une: la cultura matera y yerbatera.


“Mi esposa y mis hijas son misioneras, y yo también soy misionero por adopción”, sostiene Juan Carlos Farías, un periodista agropecuario y empresario que hace alrededor de una década comenzó a concretar el sueño familiar de posicionar al mundo del mate y la yerba mate en uno de los principales circuitos turísticos del país. “Nuestro objetivo es promover la cultura matera y yerbatera en uno de los destinos turísticos más importantes de la Argentina, ya que el Partido de la Costa recibe a más de tres millones de turistas durante todo el año”, destaca.

Daniela, Juan Carlos y Ana Farías. Frente a uno de los murales en La Matera

Como buenos materos, Juan Carlos y su familia celebraron el 30 de noviembre pasado el Día Nacional del Mate, arrancando con una mateada acompañada por productos bien típicos de nuestra región como mbeyú y chipas de almidón; en este último había de las tradicionales y también variantes con un sorprendente y exquisito toque gourmet: rellenas con membrillo y con osobuco. “Acá el visitante encuentra cultura matera desde que llega, con la infusión, los acompañamientos del mate; convocamos a unos de los mejores chef para diseñar este desayuno matero que estamos degustando”, remarca.

La Matera Suites, socio de la ARYM con doce suites de uno y dos ambientes, forma parte un proyecto que también incluye a Moradas el Bosque; en los cuales predomina la impronta del mate y la preservación del medio ambiente. “Acá atrás – señala Juan Carlos mientras ceba un mate – hay una laguna, que antes era muy pequeña, era un bajío que mediante la ayuda de profesionales la ampliamos para convertirla en una reserva natural privada y así reponer la flora y la fauna del litoral bonaerense”.


Murales y esculturas
La cultura matera y yerbatera está presente desde la llegada. En los portales de entrada grandes murales relatan la leyenda de la yerba mate, grafican el proceso productivo y recuerdan paisajes, costumbres y personajes vinculados a nuestra Infusión Nacional. Y eso no es todo. En cada habitación es posible encontrar una obra plástica relacionada al tema y en el predio un conjunto escultórico denominado “Los Musiqueros” rinde homenaje a la música litoraleña.

 

“Los Musiqueros y todos los murales que se encuentran aquí fueron encargadas al mismo artista que fue autor del monumento de Andresito Guacurarí emplazado en la Costanera de Posadas y El Matero del Paseo Bosetti”, señala Juan Carlos, dejando abierta una intriga que minutos después una de sus hijas develará al dar detalles de “La Matera de Bosquemar”, otra de las piezas relacionadas a la cultura matera que se encuentran en el predio; en este caso en el parque de la residencia familiar.
  

“Esta fue una idea de la familia para homenajear a todas las mujeres de la tierra colorada, como nosotras”, relata Ana Farías, para luego explicar que -al igual que los murales y “Los Musiqueros” – la obra fue realizada por el artista plástico y escultor misionero Gerónimo Rodríguez. “Está hecha de material reciclado, de acero, de autopartes y está mirando hacia el este, hacia la salida del sol”, explica y subraya que “somos misioneros, tenemos sangre guaraní y por eso nuestra vida gira en torno al mate”.

Spa y restaurante temático
Juan Carlos destaca que su esposa Susana y sus otras hijas, Daniela y Yamila integran el grupo familiar que dio vida al ansiado proyecto de revalorizar la cultura matera y yerbatera. “La Matera forma parte de la Ruta de la Yerba Mate y es un emprendimiento que está creciendo. El año que viene estamos inaugurando un spa, con hidroterapia y tratamientos en base a cosméticos de yerba mate; abriremos un restaurante temático con menús elaborados por ocho de los mejores chefs del mundo, aprovechando el entorno y todo lo que se produce en la región”, anticipa entusiasmado.


Sobre el final de la charla, recuerda su actividad como periodista agropecuario en Misiones, donde comenzó a gestarse su pasión, recorriendo las chacras, hablando con los yerbateros y compartiendo innumerables rondas materas. “Compartía experiencia con mis colegas del Círculo Argentino de Periodistas Agropecuarios y observaba que todos hablaban de la Pampa Húmeda, del trigo, de la leche, del ganado; de forestación, pero nuestro cultivo más importante que es la yerba mate estaba como al pasar, sin profundidad y, entonces, me pareció que eso no debía ser así. Me empecé a interiorizar, a hablar con la gente, saber qué había en la cultura yerbatera y matera; de qué se habla en la ronda del mate, qué yerba le gusta a cada uno”.Conocer los procesos que van desde la planta de yerba mate hasta el paquete, sumado a los aspectos culturales y sociales que rodean al universo matero desembocaron en un puerto previsible: una pasión inexplicable. “Es como si te preguntan por qué sos hincha de tal equipo de fútbol, es algo que se lleva adentro – subraya Juan Carlos – y el mate se convirtió en mi pasión”.

Fuente: La pasión por la cultura matera y yerbatera tiene un lugar destacado en el corazón de la Costa Atlántica - Economis